En los últimos años los aficionados a la música hemos transformado radicalmente nuestros hábitos, gracias a internet y a las nuevas tecnologías. Hemos pasado de rebobinar cintas para buscar una canción a encontrarla versionada por diferentes artistas, tecleando simplemente su nombre; de la acumulación en estanterías de vinilos, casetes, CDS y dvds a la posibilidad de archivar toda nuestra música en un disco duro ; de casetes , tocadiscos y walkman armatostes a reproductores de mp3 de bolsillo de gran capacidad; de la radio de cuarto de estar a la radio interactiva, a la carta y multimedia ; de esperar toda una semana para ver una actuación en la tele a poder ver todos los vídeos, conciertos, de tus grupos favoritos en la red...... etc. y suma y sigue .. Los cambios tecnológicos son imparables y proyectan sus tentáculos sobre absolutamente todo, formatos, archivos, almacenamiento , programas, software, hardware, reproductores,equipos de sonido, instrumentos, patatín patatán...... Pero no debemos nunca olvidar que son medios, herramientas, que mejoran la comodidad, el manejo, la disponibilidad, el transporte, el archivo y donde cada cual se gobierna bajo su leal saber y entender.
Pero lo verdaderamente revolucionario es la conciencia de la misma, en la edad moderna no sabían si eran modernos o medievales. La mayoría de los hitos y avances históricos han sido asimilados por generaciones posteriores, ¿acaso los contemporáneos de Colon sabían quien era y lo que representaba? ¿Cuantos inventores, emprendedores, hombres y mujeres de ciencias y letras han vivido en el olvido, si no censurados o llevados a la hoguera..?..
Volviendo al meollo de la cuestión, antes de Internet y las nuevas tecnologías, en la música, la emoción por una canción o por un disco nos ha jugado malas pasadas a muchos aficionados.
La historia era así:
Un día cualquiera escuchas en la radio un tema que te gusta y cuando finaliza de sonar el locutor de turno, parece que con mala leche, pronuncia el nombre del tema y la canción. Tú lo memorizabas y desde ese momento repetías en tu cabeza obsesivamente el nombre de marras como cuando ibas a comprar cuatro bolsas de leche y tres de pan, para al final equivocarte Entonces ibas a una tienda de discos y se producía el siguiente diálogo:
Cliente: Hola buenos días, el otro escuché en la radio una canción que me flipó de un grupo que se llama los "dairstreis"
Dependiente: ¿como me has dicho?
Cliente : Los "dayarsteis" , ¡ si ¡..Que tienen un guitarrista que hace punteos dabutis. ( si tenías arrojo le cantabas el rifa de la canción)
Dependiente: (se le pone cara candado) Lo siento no me suena, no obstante busca en la letra "D" del segundo pasillo a la derecha.
En el mejor de los casos adivinaban tu acertijo y te llevabas el disco, pero muchas veces te gastabas la pasta y resulta que solo la canción que conocías te gustaba y el resto del disco era un tostón infumable, vamos la canción te salía por 1000 o 1500 pts (no de las antiguas) Otras veces la ruleta rusa te sonreía y te llevabas a casa un pedazo disco, desde ese momento imprescindible. Pero aún sabiendo el nombre del disco ¿Cuantos disco hemos buscado por estanterías infructuosamnete llevándonos una desilusión?
Pues bien, si a día de hoy te pasa algo parecido, pones en google "dayerstrits" y te dice, "lo que quiso decir es Dire Straits y te muestra información y enlaces sobre el grupo para entretenerte unas cuantas tardes.
http://www.google.es/search?hl=es&source=hp&q=dayerstrits&meta=&aq=f&oq=
That is the question¡¡¡¡¡¡ . A continuación te ves unos cuantos video del grupo en youtube, lo escuchas o descargas el disco de Internet, lees su biografía , visitas la Web del artista , te metes en varios foros de seguidores , lees la crítica de detractores y talibanes del grupo y ves la relación de temas que tocó ayer en su último concierto celebrado en Yibuti. Gracias a Internet, hemos pasado del silbido de la Gomera al conocimiento del producto, del artista y a la escucha previa de la obra. Tiendas, radios, plataformas, buscadores, Web digitales o lo que es lo mismo ..My space, Itunes ,Youtube, blogs, foros, Web , revistas , buscadores, e mule , napster, , last fm, amazone, wikipedia, spotify (por ahí van los tiros) etc , etc, etc .Los links son la traducción tecnológica de los vínculos infinitos que hay en la música popular, rompen planteamientos estancos convirtiendo los prejuicios musicales en sinergias.En una primera etapa, millones de usuarios empezamos a descargar música compulsivamente, pues no los lo acabamos de creer , ¡cuanta gente ha alardeado cual machos cabrios en celo de tener un disco duro repleto de gigas de música sin reparar en la salud y tiempo que necesitas para escuchar una cuarta parte de esa música en vida¡ No solo ha sido el efecto del gratis total , si no también la libertad de acceso, pues la industria ha monopolizado y racaneado la información desconfiando del personal ofreciendo un producto cicatero , caro, y concentrando todas sus fuerzas en mejorar sus cuentas de resultados. La gran revolución está no tanto en la velocidad tecnológica, en los formatos, en la capacidad de archivo perse, la gran revolución es el acceso a la información, la universalización de la cultura con un doble clic... Hoy estamos todos más enterados, somos más cultos .
Cada cierto tiempo tengo la pulsión de ampliar y completar mi imaginario musical e incorporar nuevas descubrimientos a mi particular club de elegidos. Gracias a Internet me he quitado el moho de muchos años y mi inquietud, afición y conocimientos son mayores. No me creo el rollo del agotamiento de la música popular, el juego de calificar y clasificar artistas en tipos, subtipos y estéticas artificiales. La red me permite a la vez escuchar últimos lanzamiento, profundizar en discografías de artistas que me gustan, hacer incursiones en estilos para mi nuevos, conocer artistas coetáneos de mis favoritos, sin ir al dictado de nada y nadie , soy soberano.
Siempre me ha encantado recorrer tiendas llevando un papelillo arrugado con mis apuntes ilegibles con reseñas de discos señalados y pasar una mañana con un algún amigo dándonos un rulo por tiendas. No parece que estas tengan mucho futuro al menos como son ahora, pues seguiremos quedando para tomar las cañas y hablar de música. Este es uno de los miedos a los que nos enfrentamos, la pérdida física, el apego material ¡vértigo ¡Debemos estar traquilos después de tirarnos al vacio hay una red, de redes. Internet es universal, inmediato, y sobre todo democrático, pueden acceder desde Spartacus a Robbie Rotten, hobbies, tullidos y enanos del bosque. Ha hecho más por la difusión de la música que todos los ministerios de cultura del mundo juntos. Internet es un balcón, parafraseando a Antonio Vega, donde se divisan infinitos campos.
PD Por cierto este año me he comprado más discos que nunca, simplemente por que me ha dado por ahí.
Comparto tu entusiasmo, César. El mismo día que probé Spotify me cargué de un plumazo toda la música que tenía en el disco duro, y ahora estoy pensando en aprovechar mis cederrones para colgarlos en el jardín y así espantar las palomas...
ResponderEliminarNaufrago... aprovecho este post para descargar mis letras sobre este asunto:
ResponderEliminarDe acuerdo con el 90% de tu post. La accesibilidad y universalidad de la musica gracias a internet es incontestable. La facilidad de busqueda, la posibilidad de prueba/error, la cata del genero, la posibilidad de acceder a las letras de las canciones, los videos, la historia del grupo y anecdotas varias mientras lo escuchas de fondo no tiene precio...
La dispersion y democratizacion de la cultura era una de las maximas de la masoneria, la cual aplaudo.
PERO:
A) RESPECTO A INTERNET: Internet no nos hace mas cultos. Nos hace mas listillos.
La dispersion y democratizacion de la cultura sí, pero con criterio... Precisamente porque cualquier hobbit puede poner lo que quiera en internet, mas de un inculto pensara que en el inframundo hay un monton de morloc, y asegurará que es cierto porque lo ha leido en internet. Es decir, que la full accesability de internet es una full, valga la redundancia. Todo vale.
B) RESPECTO A LA MUSICA: de acuerdo en ver los videos, ver las letras, escuchar una muestra de la musica, conocer artistas, saber su historia, probar el genero,... pero descargarnos a saco paco creo que responde al endemico mal español de intentar ser mas listos que nadie. Nos encanta hacer leyes para saltarnoslas y, si podemos sacar gratis algo que no lo es, fenomenal. Y fardamos con los amigos, como apuntabas. Nos ponemos excusas como la injusticia del mundo o el capitalismo exacerbado de las empresas privadas para justificar nuestro fraude y listo... Cuando nos acostumbraremos a cumplir las normas existentes y a legislar con normas cumplibles y a hacer cumplir las normas con las que legislamos?
En USA NO HAY DESCARGAS ILEGALES. Y los precios de la musica son irrisorios (de bajos). Una cosa lleva a la otra... La gente se descarga la musica pagando, todo legal, y a un precio razonable. Y el que quiere pasarse de listillo, multon de miles de euros equivalente a comprar la discografia de Santana 300 veces (y escucharsela, que es peor). USA no es un pais modelo, pero en algunas cosas SI. Acceso a cine, musica y libros, por ejemplo.
En resumen, que dentro de 30 años, no solo la musica, el cine, le lectura,... ¡la cultura! sera accesible, democratica y universal gracias a la red, y no solo la siguiente generacion lo habra asumido e integrado en el dia a dia haciendolo algo positivo y no impulsivo, sino que tambien seremos mas civicos en su uso, tendremos mas criterio en cuanto al acceso a la informacion, y respetaremos las normas ya asentadas que lo regulen... siempre que enseñemos eso a nuestros hijos, y no la ley del "tu pilla que si no lo va a pillar otro". Entonces seremos mas civicos, en general. Y yo mas feliz...
Tras la intervención de JZ, no puedo sino aplaudir:
ResponderEliminarPLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS...
Añado otro comentario:
ResponderEliminarComo apunta el náufrago, yo echo de menos recorrer tiendas de música con una lista de la compra y/o arriesgarme a comprar algo y luego darme cuenta que era una ful o, si había suerte, una obra maestra. Pero como ahora soy mayor y tengo menos tiempo, en lugar de recorrer tiendas recorro la red. Por tanto, efectivamente, bendita red. Una red, que apenas tiene veinte años, osea que es una cosa que todavía se nos escapa de las manos a los usuarios, a los legisladores, a los empresarios... a todos.
Salud!