lunes, 19 de marzo de 2012

MONOLOGOS CONTINUOS CON VOZ

Hoy he venido hablar de mi libro, así que aviso ¡¡¡ quien quiera apearse en esta primera línea de mi entrada que no diga que no he avisado,¡¡¡¡ pués cascaré sobré canciones nuevas, composiciones atascadas, y de delirios varios .Vengo a hablar de una de las causas de mi sequía bloguera, del tiempo que hurto a escondidas a las cartilla de lectura , al cursos de iniciación al orinal y la gestión familiar, incluso a mi adictiva búsqueda musiquera.
O lo que es lo mismo , desde hace un puñado de años voy grabando ideas de canciones, grabadas en soportes heterogéneos, unas en mi disco duro cerebral , otras en soporte cassette, todas ellas compartiendo espacio plácido en el desván del sopor. Se trata de un puñado de ideas a lo "calamaro" sin pulir y sin pelar, que me he propuesto diseccionar y que ya tienen muchas coordenadas reconocibles , incluso geográficas.
Llegados a este punto, el pasado verano entre pañales, cubos de arena y balbuceos heroicos, me reuní conmigo mismo y me propuse ponerle letras a un puñado de esas ideas . Mi cabeza bullía buscando versos, colocando la palabra precisa y sobre todo buscando la idea de la que hablaba la canción o quería que tratara, en evitación del enésimo naufragio compositivo, de otra tentativa frustada .
Una vez encontrada la tabla salvavidas que hiciera de hilo conductor, el resto es tesón , búsqueda y encaje de piezas, de ensayo error. Es una especia de “pilla-pilla!” las letras y melodías me perseguían y yo a ellas, hasta encontrar la palabra precisa y encajar la piezas semánticas del puzzle .
El porque de este brote, a parte de sacarme de en medio unas cuantas ideas que morían por abandono , y que de repente te parecen aprovechables, fundamentalmente es por el gusto de componer, de vivir el proceso tortuoso y placentero de montar una canción , de empecinarte con una melodía o defender unos acordes que no llevan a ninguna parte, de sudar la gota gorda y claro , la necesidad de compartirlo.
Del triángulo de la música, componer-ensayar- tocar, no tengo ninguna duda, es la vertiente compositiva la que más me gusta sin discusión. Juntarse con amigos en casa, en un bar o un local en torno a una letra , a un puñado de acordes hilados genera lazos invisibles de la fortaleza de los tirantes de un puente hierro.
Me ha costado dar el paso, pero el caso es que me ha vuelto a apetecer sumergirme en el proceloso mundo de la creación, pero cuando hay ganas no hay impedimentos, solo algún límite y simplemente un ajuste a los tiempos y las formas. Sobran las ganas y los compromisos formales y verbales, tan de capa caída .Busco aliados y compañeros que me ayuden y me saquen de mi guarida compositiva, estos ayudan a superar mi visión enana detrás de cuatro acordes zurcidos con cariño pero con terquedad y limitaciones oceánicas.
Así que como advertía, hoy tocaba filípica de mi ombligo y es probable que vaya trayendo alguno de estas letras o temas, por si alguien quiere leerlo, escucharlo, opinar o despreciar. Mi compromiso es que no lo tengo. Ando dándoles vueltas a otros aspecto como darle más dimensiones que la musical y ponerle imagen y sentido a una letras que me he esmerado bastante en construir, para lo cual cuento con algunos cómplices silenciosos y otros que no la saben..
No se por donde saldrá esto, pues eso MONOLOGOS CONTINUOS CON VOZ